29 octubre 2010

Un Pueblo Llamado Pánico

De la compañía de animación Not to Scale, nos viene el dúo de directores belgas Pic Pic André, conformado por Stéphane Aubier y Vincent Patar, conocidos por los comerciales de la leche Cravendale. En junio de 2010 estrenaron el largometraje A Town Called Panic, o en su francés natal, Panique au Village, basado en una serie homónima para televisión. En Collage Animado nos hacemos eco de la pequeña entrevista que It's Nice That le ha hecho al dúo a propósito de ésta producción:

Hola chicos, ustedes son mejor conocidos en el Reino Unido por vuestro trabajo en los anuncios de la leche Cravendale, basados en la serie A Town Called Panic. ¿Pueden contarnos un poco sobre la serie, antes de que les fueran encargados los anuncios?

La idea detrás de A Town Called Panic primero nos vino en la escuela de animación. En ese entonces, Stéphane Aubier se había topado con un puñado de personajes interesantes (vaquero, Janine, Steven, animales del campo, etc.) en el mercado local y había decidido usarlos en su proyecto de final de año. Este episodio antepasado de ATCP fue puesto entonces a dormir durante 10 largos años, mientras nos mantuvimos ocupados en otros proyectos, principalmente de animación 2D. Finalmente fue nuestro productor y co-escritor Vincent Tavier quien redescubrió el episodio y, pensando que tenía potencial, nos puso en la realización de la serie de TV... ¡y el resto es historia!

Ahora que vuestro primer largometraje ha salido en Gran Bretaña ¿Cuán diferente fue hacerlo en relación a los cortos para TV?

Uno de nuestros mayores desafíos era el de escribir una historia que capturase la atención de la audiencia por 80 largos minutos, a diferencia de los episodios de TV de 5 minutos a los que estuvimos acostumbrados. Esto significó la adaptación y el ajuste no sólo de nuestros métodos en la narración sino también de nuestra manera de trabajar y de animar. De hecho, intentamos arduamente reducir el paso para alcanzar un ritmo constante dentro del cual pudiésemos contar una historia larga. Esto también implicó la excavación más profunda en las personalidades específicas de nuestro personaje principal para hacerlo más distintivo y cautivador. Por tanto, también sentíamos la necesidad de desarrollarlas desde un punto de vista físico, refinando sus actitudes y la fluidez de sus movimientos. Por otra parte, nos dimos cuenta de que si la película estaba destinada a la pantalla grande, teníamos que poner mucha más atención en los detalles y en la profundidad de la dirección de arte para crear una experiencia visual más rica. Mucho de esfuerzo, por tanto, fue puesto en el diseño y la construcción de los sets.

Además de todo lo dicho, fue esencial para nosotros el mantener intacto en lo posible el espíritu inicial del Pánico; su simplicidad espontánea, su sensación de "hecho en casa" y su absurdidad infantil, y no dejarnos caer en algo demasiado sofisticado o sobreelaborado, que habría terminado por ser incoherente con la naturaleza de la película.

¿He esperado un par de preguntas para hacer ésta – ¿cómo se les ocurren los guiones?

Nuestra inspiración inicial viene de la gente y los acontecimientos que observamos alrededor de nosotros en nuestro día a día: animales llevados diariamente a los campos, la gente que espera su correo entregado por el cartero, etc. Primero transcribimos estas situaciones banales en dibujos y los usamos como puntos de partida para construir nuestras historias.

¿Cómo les fue en la traducción de esos diálogos tan locos para un auditorio británico?

Los diálogos en la película son directos y realistas (y es exactamente esta yuxtaposición entre el diálogo normal y la absurdidad de las situaciones la que crea el humor y da un sentimiento total de locura), por tanto, la traducción real no era lo complicado. Sin embargo, como la conversación de los personajes era mucha y acelerada, la dificultad principal era cortar los diálogos a una cantidad que fuera legible bajo la forma de subtítulos - mientras que siguiera manteniendo intactos el humor y los chistes.

Una tarea más difícil aún habría sido hacer un intento de doblaje, pues esto habría implicado tener que hallar voces con la tonalidad correcta y la energía que correspondiera a los personajes. De hecho, con tal que nuestros caracteres tuvieran expresiones faciales fijas, la mayor parte de su personalidad emana de su voz.

Artículo original: It's Nice That
Traducido por K. Orellanes

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